12 mar 2012

A buen entendedor pocas palabras!

Amigos del blog! Luego de la experiencia en bici por Uruguay, no volví a dar señales de vida! Inclusive yo mismo me lo pregunté en mas de una oportunidad, y creo que la respuesta es simple. 
Quizás hay un montón de cosas para contar y quizás ninguna. Una mística dualidad. Si bien se recorrieron varios lugares increíbles y nos hemos cruzado con gente maravillosa, tal vez lo mas enriquecedor del viaje fue lo que paso internamente, lo cual no tiene mucha traducción en palabras mundanas. 
Por esto, como nose poner en palabras lo que pasó en mi yo mas íntimo, les voy a compartir un poema (que ya es canción) que escribí a raíz de dos situaciones del viaje. 
La primera es un sueño que tuve, que fue muy real, un sueño con unas características que jamás había experimentado en un sueño, que inclusive lo compartí con Pili (mi amiga que viajó conmigo) y ella había soñado algo muy similar el mismo día, realmente algo muy llamativo. La segunda situación, sucedió en lo de Jesús y Didi (dos amigos que conocimos en el viaje), el día que me detuve a ver los dibujos de Didi y a medida que esto sucedí,a iba escribiendo palabras o frases que esos increíbles dibujos me decían.
Así que les dejo el poema, que en estos dos momentos muy importantes del viaje, se hicieron palabras! 


Este lugar existe, es real, lo toque, lo vi.

Vida secreta en la superficie de la tierra.
Mas lejos que todo, pero acá nomás,
a un viaje astral de distancia.

Hay que atravesar el agua
para llegar a la aldea,
donde están esas casas de barro, y gente alada.

Este lugar existe, es real, lo toque, lo vi.

Aca se respira para vivir, se cierran los ojos para ver,
se puede abrazar árboles, oler jazmines,
mirar atardeceres, comprender el mar.

Ayer hubo una fiesta en la selva, me quedé hablando con un Buda de piedra,
le conté que quería vivir en la búsqueda
y me recomendó que encuentre abundancia de paz en mi tercer ojo.

Este lugar existe, es real, lo toque, lo vi.

Apareció un Dalai fumado, un samurai en los pastizales,
y un corazón de niño nacido para ser salvaje.
Tengo nostalgia de Buda, hagamos una ofrenda de amor.

Nada mas ya está, este lugar existe, es real, lo toque, lo vi.

Benja 12/2011 viaje en bici Uruguay