Foto de La Habana y sus contrastes en el malecón.
Hace días que estoy pensando en ejemplos y formas de decirlo, pero sólo se me ha ocurrido éste: vivir en el comunismo es como vivir con un dedo (ajeno) en el culo. Hay gente que le gusta, gente que le incomoda y gente que le parece poco, preferiría dos. Pero para los tres sólo es cierta una cosa: no te podés ir a ningún lado con un dedo de Fidel dos falanges dentro de tu ano, y mucho menos con todo su puño.
Ese pobre ejemplo también me ha servido para explicarme el porqué ese aspecto del sistema es del que tanto se habla constantemente, porque la verdad es que un dedo en el culo, es imposible de disimular. Imagínate estar sosteniendo una conversación con una persona, cordial, de esas típicas de extranjero – local donde alegremente se tocan todos los temas en comparación entre sus orígenes (se chequean coincidencias, se buscan diferencias o se niegan, según) y el cubano con el que estás charlando tiene ese dedo funesto ahí que vos no podes ignorar, continuamente lo estás viendo, así sea con el rabillo del ojo mientras lo miras a la cara, con esfuerzo, hasta que alguno eventualmente toca el tema. ”¿Cómo llegaron hasta acá?” Que objetivamente es un reclamo por saber donde se encuentra nuestro dedo.
Todo eso por una razón, por el simple hecho de que esté prohibido (a partir de los dos dedos, sobretodo), partir. Yo no sé qué porcentaje de argentinos emigraría si quisiera y pudiera (porque tiene los medios o porque los busca), pero de seguro que es menor el porcentaje de ellos que quisiera hablar del tema con alguien. Tarde o temprano en una conversación con un cubano, acaba por pronunciar si se iría o no de la isla, o al menos si le gustaría. En Argentina pasa algo parecido pero con la decencia, se habla de ella hipotéticamente porque pareciera que nunca va ocurrir, es una añoranza imposible.
Todo lo que me parecía fuera de lo normal lo fui anotando:
(Existe la discoteca pública; las mujeres tienen poca ropa, los hombres también; el gobierno con un tipo de moneda se culea al turista y con la otra al pueblo; hay mujeres con bigote (nivel bigote 1977), el ron es más barato que el pan , es más accesible el sexo que el arroz o la leche; no se ven drogas, pero sobra la paranoia; existen las reglas pelotudas como en cualquier país, conocimos un traficante de “jamón” dispuesto a testificarlo; todo pertenece a la raza más inmunda conocida, “Los Políticos”; La imagen del Che Guevara es la misma que la de Cristo en países católicos sin dudas, el problema no está en lo que ellos mismos hicieron con sus vidas, sino lo que hoy se está haciendo con sus vidas. Una imagen repetida infinitamente hasta quedar vacía para que la gente se aguante una forma de vivir injusta sin buscar cambios, ni justificativos; como no tienen facebook, msn, twitter, pornografía ni el restante de las pavadas que quitan tiempo, se simplifican la vida, tiene sexo sin mayores explicaciones o implicaciones; Los cubanos nos son comunistas, no pueden darse el lujo de perder tiempo en ideologías, cuando están pensando en cómo vivir con 15 c.u.c. al mes; todo lo mejor calidad en cualquier rubro es para turistas o políticos; hay que moverse a sabiendas que de pedir un baño en cualquier lado, no suele tener papel higiénico ni jabón; es posible hacer un viaje al pasado sin la máquina del tiempo, sólo hace falta salir a caminar; un policía representa exactamente lo mismo que en cualquier otro país, un aguafiestas; por el “asedio turístico” las mujeres que hablan con extranjeros pueden ser detenidas, por los turistas que las asedian, las hermosas mujeres cubanas pueden ser detenidas más todavía; no hay propagandas imbéciles para consumir productos de mentira en busca de felicidad, hay propagandas imbéciles para consumir la mentira del régimen con felicidad; las playas son perfectas, la gente es más alegre que lo que cualquier sistema pueda permitir y si hay algo que les gusta en cantidades industriales, es la joda; se vive tranquilamente, sin estrés ni competencia, con mucha humildad y sobretodo sencillez; no hay robos más allá del Presidente, el cuento de la educación me resultó incomprobable, la buena educación tiende a despertar en los hombres el deseo de ser libres aunque más no sea, para elegir tener un país desastroso como el nuestro; de cualquier manera para la gente bella de Cuba hago un punto y aparte).
Paradójico me resultó comprobar que todo el dinero y energía que invierten las clases altas de nuestros países pobres en “seguridad y tranquilidad” para la defensa de sí mismas, jamás podría comprar una atmósfera como la de Cuba, donde se respira tanta música como nosotros violencia. La derecha envidiando a la izquierda, ¿Quién lo diría? Aun así el secreto de esta isla no está en sus playas desoladas, impolutas del exceso de hoteles privados y complejos que aglomeran en la misma densidad de población que una ciudad a personas en paquetes seis meses al año. Tampoco el hecho de que los cubanos nombren en secreto a Fidel mediante señas o gestos del tamaño de su barba (por miedo a ser escuchados) o que un régimen totalitario sea tal y como lo pintaron desde que se inventó el cine, las películas. En Cuba tristemente se puede observar como tener tiempo libre dista mucho de ser libre, con tantas pautas insólitas que seguir (como no poder comer carne de vaca) y controles continuos a los que están sometidos los cubanos. Más que un impedimento de poder salir, sería más preciso hablar de un impedimento para poder vivir. Eso hace más admirable la alegría y la salud (muchos son deportistas a pesar de la mala alimentación) de este pueblo que con mucha alegría y dignidad, resiste este ultraje. El secreto de Cuba es lo que refleja de nosotros como seres humanos y la lección que podemos obtener de ese análisis. Necesitamos vivir con derechos para muchas cosas, reclamamos por fines altruistas y justos, pero una vez obtenidos, somos capaces de ejercer esos derechos de la manera más mediocre, banal y estúpida posible. Libertad de prensa para llenar los medios de programas de chimentos y periodismo amarillista, democracia para comprar y vender votos por un almuerzo, elegir representantes para que no nos representen, propiedad privada para privar a la mitad del país de derechos, libre tránsito para hacer el mismo recorrido a la oficina 47 semanas al año, libre alimentación para poder comer basura, educación libre que nos enseñe a obedecer, libre destino para elegir ser máquinas de acumular dinero, ser nación independiente para servir a otro país, libre consumo para consumir tanto miedo que no salgas de tu casa y libertad para progresar en incrementar la pobreza y desnutrición infantil cada año. Cuba me ha demostrado que somos un caso perdido, los hombres, y hace rato deberíamos haber desistido (o desmentido) la idea de crear un sistema perfecto o al menos, justo. Nunca será posible mientras esas formas de vida provengan de nuestras ideas, pero sobre todo mientras seamos nosotros, pobres mortales corruptibles, los que pretendamos defenderlas y llevarlas a la práctica. Mejor seamos más parecidos a los cubanos y encausemos nuestra energía en pensar no en un sistema justo, sino en ser hombres justos, sencillos y solidarios. Ya vemos que sucede cuando la justicia y equidad queda en manos de un sistema, termina por enterrarnos esas manos en el culo.
Para que sea por partes iguales les dejo unas canciones que critican al gobierno de Fidel y una que critíca la forma de gobernar en Argentina, salvando las diferencias, son todas iguales….las injusticias.
Tana
Los Aldeanos - Niño Cubano
Los Aldeanos - Viva Cuba Libre
Y la Bersuit con una aconción acorde para Argentina