(Tanita se fuma un havano en Cuba, es sabido, las adicciones nos identifican como personas)
Aparentemente sí. Estuve mirando la definición de la real academia española y dice así:
(Del lat. addictĭo, -ōnis).
1. f. Hábito de quien se deja dominar por el uso de alguna o algunas drogas tóxicas, o por la afición desmedida a ciertos juegos.
2. f. desus. Asignación, entrega, adhesión.
El tema es que hay que leerla entre líneas, mirá de nuevo y te vas a dar cuenta. Primero se habla de “drogas tóxicas” (que nada que ver con el blog) pero continúa lo que nos devela la verdad, esa “afición desmedida a ciertos juegos”. Si quieren vamos por más detalle palabra por palabra. “Afición desmedida” por poner un parámetro es como cuando le dedicás las 24 horas a eso, supongo, y si encima le dedicás más de una año no sé que será, después dice “a ciertos juegos” y no especifica cuáles, es decir que el juego de la vida está incluido. Y yo no sé ustedes pero con este blog nosotros estamos jugando. Y con la vida hacemos lo mismo. Pero de repente te das cuenta que somos seres humanos, y que nada más te lo habías olvidado un toque. A veces pasa. Entonces aparentemente todos estamos jugando este juego, hablo de nosotros los vivos. El que no juega, “¿que vivo? está muerto”.
Ahora entiendo cuando dicen que las adicciones son una “mala vida”. Porque te terminan induciendo a tomar en serio lo que es un juego y empezás a preocuparte por el mismo juego que estás jugando. El blog es así, porque cada tanto te desestimas a vos mismo si no te sale algo lindo para escribir hace mucho tiempo, o si hace mucho que no subís algo al blog, te da ese sentimiento negativo, “estás bajo” (como decía Marce Rizzato), muchas veces dejás que otros afecten tu juego, el público, los jugadores, todo el mundo. Y si escribiste una nota y no la comentó nadie te deja esa sensación rara, te sentís un poquito más invisible, te mirás más en el espejo a ver si sos real, o para ver si te acordás que era un juego. La preocupación del otro a veces se vuelve tuya.:
“Che, actualicen el blog muchachos”, te imaginás si les respondiéramos:
“¿Porqué no me actualizás las pelotas? O mejor el sueldo si querés que escriba, estoy comiendo arroz hace tres meses.”
Entonces cuando analizás tus pensamientos te das cuenta que el otro te dice eso porque se lo toma como lo que es al blog, un juego, y ya de por sí tu seriedad al respecto es exagerada, "desmedida", es decir, que te fuiste de vuelta del juego. El de la vida y el del blog, por igual. A veces pasas semanas sin actualizar el blog sabiendo que nadie lo mira y de repente subis algo como para no sentirte tan vago y alguien te lo comenta en seguida y te agradece que hayas escrito. Todas estas cosas, pasan de verdad. Pero lo peor del blog es cuando lo querés dejar. Porque en el momento en que le diste poca bola, te empiezan a llegar mails, al principio de la familia y amigos, pero últimamente, de desconocidos que nos felicitan, que se alegran por nosotros, que les llegó el mensaje, que se sintieron conmovidos, que la sección que más les gusta es la de los “hits musicales” que su abuela siempre se la pide que la repita todo el día, que vieron la película, que lloraron y escondieron los mocos en la silla del de al lado en la oficina, que si tenemos un celular en Buenos Aires nos llaman, que nos invitan a tomar una cerveza y otras “adicciones” como la “play” y el maní. Todos esos mensajes, todas esas voces, esos pensamientos, ese tiempo que gente te dedicó, te quedan como sonando en la cabeza por varios días. A veces hasta cuando pasa el tiempo y creías que ya no los veías, te lo acordás de golpe ¡pum!, cuando untabas unas tostadas. Ahí mismo se gesta la adicción. Ahí es cuando vos querés empezar a interactuar con esa energía que te inyectaron de golpe. Querés decir un montón de cosas, escribir, hacer todo más lindo, mejorarlo, que a la gente le guste (más), querés devolver, necesitás ver qué hay del otro lado, si hay más gente escuchando, o si estás tan solo como al principio y si dejó de ser un juego. Yo entonces lo que propongo es agrandar el juego, diciendoles a ustedes que aunque muchos no lo sabían también están jugando. No los culpo, me pasó exactamente lo mismo, cuando vi todos los mails que me mandaron gente que yo no sabía que estaba en la misma. Es como cuando estás en la playa y te golpea algo en la cabeza por el punto ciego, te cruzaste por una cancha sin darte cuenta, en verdad nadie se dio cuenta porque los que “están adentro de la cancha”, es porque "están jugando”. Yo lo que voy descifrando es que jugas mucho mejor cuando tomás plena consciencia de que estás jugando, y de paso te divertís el doble. Por eso yo mejor el blog, no me lo tomo como si no fuese un juego, porque no quiero perder, soy muy competitivo.
El tema es que cuando algo te gusta mucho:
¿Cuánto tiempo le podés dedicar para saber si es “afición desmedida”? Ni la Real Academia te lo puede decir. Entonces:
¿Qué tan adictivas son las "adicciones"? o mejor dicho:
¿Qué tan peligrosas y quién determina su peligro? ¿El que no la padece? Miremos un claro ejemplo. Hace pocos años yo jugaba al rugby, entrenaba los lunes, los martes y jueves no cursaba a la noche la facultad para ir más temprano a entrenamiento (3 horas de noche, día lindo, feo, con lluvia, siempre se entrena, si estás lesionado también vas), los viernes a la noche no vas a bailar porque al día siguiente jugas temprano (yo siempre fui “choto” así que a primera hora arriba). Los sábados se jugaba que es un evento que te toma todo el día (quieras o no), y el domingo no tenía más fuerzas (excusas) que para mirar fútbol todo el día.
¿Esto quiere decir que mi “afición” por “el cierto juego” rugby era "desmedida"? Aparentemente para la RAE sí, y para mis amigos del colegio, también. Pero vos sos el que lo está jugando y sos consciente de lo que estás haciendo. Sabés exactamente porqué lo hacés y jamás te sentirías un “adicto”. ¡Típica negación del "adicto"!
¿Igualmente para la RAE somos todos "adictos"? De la gente que yo conozco, me animo a decir que todos. Es que eso me parece que es lo que la RAE quiere que sepamos, que esa palabra, “adicto”, no significa nada malo. Que todos lo somos. Esa palabra nos une como seres humanos, nos dice quiénes somos, unos “adictos”, y hacia adónde vamos, ¡Hacia más “adicción”!. ¡Reconocer esto podría resolver problemas a escala mundial!
De ahora en adelante cuando alguien te diga en la calle “Ché, adicto, sí a vos” Sabelo que te están reconociendo como persona. Están reconociéndote como igual, como el socio vitalicio “adicto” que todos somos.
Es que en el juego de la vida, todos los que conozco lo están jugando, durante toda su vida y sin interrupción,(eso me resulta algo más allá de la “afición desmedida”).
Gracias RAE, qué importante es abrir los ojos en la vida, ¡perdón! en el juego de la vida.
Adictos del mundo, los saluda su par,
Mariano Voltan
PD: no te olvides de responder la encuesta, queremos saber cuántos del otro lado se consideran “adictos”, más allá de la RAE. ( La encuesta está en el margen de arriba a la derecha arriba de las entradas).
R.A.V. dice del "adicto" a la persona que tiene una desmedida atraccion por el SALAME y por las PAPAS A LA CREMA.
ResponderEliminarâra los que no entendieron...se trata de la REAL ACADEMIA VOLTAN
P.D no te desmerezcas CAMPEON Y CAPITAN DE LA M16 Grupo !...no fue poca cosa
Abrazo
Tinker
LLegar al magic Bus es posible...pero PERDER NO EXISTE
tinker, sos mas groso que tana y benja juntos. segui dandole mas al blog.
ResponderEliminarTinker Presidente
saludos